sábado, noviembre 17, 2007

ADAPTACIÓN, INMIGRACIÓN, CONVIVENCIA


Alex Rivas T.

Ablaciones del clítoris o clitoridectomía, conflictos por el uso del velo islámico en escuelas públicas, debates sobre la construcción de mezquitas con minaretes, críticas al corte de pelo en parques públicos, prohibición de uso de crucifijos en empleados de compañías aéreas, violencia callejera, pandillas juveniles, altercados y más. Son solo algunos de los eventos que dibujan el inacabado y complejo proceso, que en ocasiones, acompaña el encuentro entre poblaciones inmigrantes y sociedades europeas a inicios del siglo XXI. No se trata de procesos generalizados (gran parte de los inmigrantes se encuentran en proceso de integración) aunque tampoco son eventos aislados.


La adaptación de la población inmigrante precisa tanto de la voluntad de integración por parte de los conjuntos de inmigrados, como de mecanismos públicos de acogida en los países centrales: aprendizaje del idioma, conocimiento mínimo de los marcos legales, ejercicio de deberes y derechos, espacios de interacción y relación interétnica, inserción laboral, otros.¿Pero qué sucede cuando la población inmigrante se muestra poco abierta a la adaptación?, ¿Qué caminos quedan cuando los inmigrantes no cuentan con mecanismos oficiales que la faciliten la integración?, ¿Se puede aceptar prácticas violatorias de los derechos humanos (la ablación del clítoris por ejemplo) por su raigambre cultural?.


Una visión en exceso multicultural promueve la necesidad de que las comunidades de extranjeros vivan y reproduzcan sus propias normas, costumbres y tradiciones en territorios de países de acogida. En oposición, una visión en exceso integracionista resalta la necesidad de que los inmigrantes abandonen vertiginosamente sus matrices culturales y se integren en las nuevas costumbres, tradiciones y normativas. ¿Cuál de las dos visiones facilita más la integración social y el desarrollo de valores democráticos? (la tolerancia, la equidad, la solidaridad, la participación, la legalidad, otros). Las respuestas no son ni definitivas ni concluyentes: el debate global sobre este tema es profuso, complejo y apasionado.


Para la construcción de sociedades plurales en ambientes democráticos son indispensables espacios diversos: educativos como la escuela, económicos como el mercado laboral, legales como el acceso a derechos sociales, económicos y culturales -salud, vivienda, seguridad-, y otros. Los mejores amigos de pluralidad son los ambientes de legalidad, oportunidades, respeto y tolerancia.¿Y ustedes que opinan?: ¿Es posible la convivencia de las diferentes identidades culturales?, ¿La inmigración internacional actual colabora con la globalización o al contrario: demuestra la existencia de trabas para alcanzar una ciudadanía planetaria?

-Imagen: Grabado de 1595 de un ingenio azucarero titulado "Collectiones Peregrinationum" de Theodore de Bry. Ilustra el trabajo negro esclavo en cañaverales del Nuevo Mundo. (Tomada de Inmanuel Wallerstein, El moderno sistema mundial, Tomo I, Siglo XXI, 10ma. edición, México, D.F., 2003).

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